Es aconsejable hacer un tratamiento de “shock” antes de empezar a tratar a una persona con Reiki. Este proceso se hará durante cuatro días consecutivos, y tiene como objetivo desbloquear los antiguos hábitos energéticos ligados a la psiquis y a las emociones, causantes de resistencias, síntomas o malestares que tiene la persona.
Esta estimulación energética pone en movimiento las tensiones que inhiben a los órganos ejecutar sus funciones vitales, y actúa sobre el inconsciente liberando residuos emocionales que mantenían esas tensiones.
De esta manera los sufrimientos archivados, los recuerdos dolorosos se hacen conscientes para hacer una nueva evaluación de los hechos. Así el organismo expulsa lo que le perjudica y en su lugar se instala ese nuevo caudal energético produciéndole bienestar.
Este Tratamiento Reiki de 4 días, es usual aplicarlo:
- En todo tipo de dolencias tanto emocionales como mentales.
- Es eficaz para la depresión y el estrés.
- Para adquirir una mayor concentración en la preparación de exámenes, proyectos empresariales, publicistas, y cualquier profesión que exija creatividad…
- Para despejar la mente cuando se siente agobiado de tanto pensar, por ser su actividad netamente intelectual.
Los Tratamientos Reiki se están incorporando en el ámbito de la medicina tradicional, sea porque se está aplicando en prestigiosos hospitales, o a pedido de pacientes y familiares.
Se sugiere aplicar Tratamiento Reiki antes de una intervención quirúrgica porque:
(energía) al que acuden las células encargadas de repararla. Reiki lo que hace es incrementar el flujo eléctrico del campo de la herida, logrando que aumente el número de células que acuden a esa “llamada” de la señal eléctrica o energética producida por la herida.
Este proceso natural de las células es ayudado por Reiki porque al suministrar energía a la herida está acelerando el proceso de cicatrización.
DEPURACION
Una vez finalizado el tratamiento, el cuerpo comienza a liberar las toxinas. Podrá comprobarse por el color oscuro que adquiere la orina, o la intensificación del olor tanto de la orina como de las deposiciones.
Durante esta fase depurativa debe aumentarse la ingesta de agua.