El Dr. Usui dejó el Monasterio y se dirigió a un poblado en las afueras de Kyoto, dando el inicio a un período de siete años que Usui reconoce como el más oscuro y terrible de su vida. Allí habitaban enfermos y mendigos, a los que atendía a cambio de casa y comida.
Él los sanaba y los mandaba al Monasterio Zen para que le consiguieran trabajo y pudieran llevar una vida digna.
Al transcurrir siete años observó que los pacientes eran los mismos, cambiaban las dolencias pero no las personas con lo cual pudo descubrir que había cometido un error: había sanado el cuerpo pero no el espíritu.
Además no tenían interés en trabajar ya que manifestaron que les era más fácil mendigar. Al escuchar esto Usui lloró y se deprimió.
Y así tomó conciencia que no todos deseaban ser sanados, que existen personas que disfrutan viviendo sus enfermedades, al igual que hay otras que necesitan vivirlas para aprender alguna lección.
Desde entonces, Usui se limitó a dar Reiki a quienes lo solicitaban, cuando ayudaba podía hacerlo con la certeza de que ellas realmente querían lograr un cambio y valoraban y apreciaban esa sanación, por lo cual decidió que debía representar un costo y esfuerzo para la persona que la recibía.
Abunda la gente especial mal denominada “rara”. Este grupo de gente es a quien le interesan más los seres vivientes y en particular, los seres humanos.
Que apuestan al cambio de Conciencia, a la humanización del Ser, empezando por ellos mismos. Son seres que comprenden la naturaleza humana, que no se dejan engañar por las distintas máscaras que las personas utilizan en situaciones diversas, que los lleva a perderse de vista de ellos mismos y al terminar el día, no saben ni quiénes son.
Estas personas especiales poseen alta percepción y entablan un diálogo con el
verdadero Ser de la otra persona y captan los verdaderos intereses que lo mueven. Este hecho tan inocente como abstracto también es captado por la otra persona que reacciona demostrando incomodidad, agrediendo verbalmente, llamando la atención hablando en tono alto o compulsivamente, ignorando vuestra presencia...
Por qué se preguntarán, porque la humildad es un bien en extinción y hay personas que se sienten más cómodas en el papel de víctimas, otras sufriendo, otras acunando una enfermedad durante años, y no desean escuchar a nadie que pretenda ayudarles u orientarlos para salir de esa situación; o bien, que les hable con sabiduría para correr el velo que cubre su mirada hacia la vida.
Es importante tener conocimiento de dichas actitudes para que no se sientan heridos ni discriminados. Y también para animarlos a seguir insistiendo, porque esas personas están muertas de miedo, sólo hay que encontrar la manera correcta de hacer el abordaje para poder ayudarles a salir de ese círculo vicioso.
Cuando una persona tiene un problema de salud del cual saca ventaja, es decir, obtiene un beneficio, Reiki no le ayudará a mejorar. En realidad ni Reiki ni ninguna terapia le solucionará su problema.
Si utiliza la enfermedad para llamar la atención de su familia y círculo de amistades, o para evitar resolver algún rasgo conflictivo de su personalidad, difícilmente Reiki le ayude porque esa persona no está dispuesta a cambiar determinados patrones de conducta, y justamente Reiki trabaja sobre patrones o esquema mentales para modificarlos.
De todos modos le mejorará y hasta le puede cambiar, su actitud negativa.
Seguramente han pasado por la experiencia de haber estado conversando largamente con una persona y luego, se han sentido cansados, mareados, debilitados, tensionados, con mal humor, agotados, pérdida del autocontrol y hasta pueden haber tenido náuseas, además de dolor de cabeza.
Esto ocurre porque la otra persona tiene el aura delgada o debilitada, en consecuencia, tiene su vitalidad reducida y actúa como un vampiro, sin proponérselo, y absorbe toda la energía que puede del entorno.
Sucede exactamente lo mismo aunque se esté manteniendo una conversación telefónica.
Cuántas veces nos han dicho “Oh, cariño, no sabes qué bien que me ha hecho hablar contigo”, desbordando energía, en cambio nosotros corríamos a sentarnos en el sillón más próximo!
Si esto ocurre con una persona de confianza, lo ideal es ofrecerle una sesión de Reiki para revitalizarla, y como primera medida es confesarle que es un “vampirito” y esa es la razón por la cual la gente sale huyendo cuando la ve. Y no es grave, además de aclararle que lo hace inconscientemente. Únicamente necesita energía…como todos, y nosotros sabemos cómo proporcionársela con Reiki.
Los reikistas que por pereza no se hacen autotratamiento ni intercambios de Reiki, corren el riesgo de convertirse también en vampiros energéticos.
Las personas enfermas y los ancianos, que tienen un nivel vibracional bajo, requieren una absorción mayor de energía y entonces notamos inmediatamente la baja que se produce en nuestro nivel energético cuando estamos en contacto con ellos. Esto puede observarse en los geriátricos, cuando un familiar entra a ver al anciano está pletórico y sale destruido. Aunque los más perjudicados son los empleados de hospitales y centros de ancianos.
Las personas mayores deberían tener animales como compañía ya que los gatos y los perros les traspasan mucha energía. Hay centros en los cuales se les llevan animales a los pacientes y han obtenidos buenos resultados gracias a la transferencia de energía que les hacen estos animalitos.
Cabe aclarar que los reikistas sufren muy levemente el vampirismo, ello se debe a la conexión que se obtiene mediante la Iniciación de Primer Nivel de Reiki. La energía se repone automáticamente, y es, de la misma manera, que se da cuenta que le están hurtando su energía y se aparta de la persona en forma inmediata.
Víctimas del vampirismo son los médicos, enfermeras, masajistas, esteticien, quiroprácticos, dependientas, peluqueras, monitores de gimnasios, ya que están en contacto con el público. En los centros comerciales y comercios similares, los empleados terminan la jornada con mal humor y agotados.
Reiki es la protección adecuada para defenderse de los vampiros energéticos y no padecer de los síntomas mencionados (cansancio, mareo, debilidad, dolor de cabeza, etc.).
de naturaleza negativa, la energía que se genera a nuestro alrededor será negativa. Algunas personas, tienen pensamientos tan potentes, que generan energías que llegan a permanecer en sus auras durante horas, días, semanas, meses, o aún años.
Todo lo que ocurre en el cuerpo físico ocurre primero en el plano energético que nos envuelve. Las primeras manifestaciones de una enfermedad aparecen en este campo áurico para luego trasladarse al cuerpo. (Ver Harold Burr en “Aprendiendo con Einstein)
El aura tiene un componente espiritual y otro procedente de la fuerza de nuestra mente, de modo que nuestra manera de pensar sobre los hechos, situaciones, de la vida en general, nuestro carácter… todo!, se forja en el aura, por lo tanto, nuestra
verdadera personalidad queda proyectada en el aura, en ella está lo que somos, y no lo que parecemos ser.
Aquí está la respuesta a esa sensación que experimentamos cuando sentimos atracción o repulsión, instintivamente, cuando conocemos a alguien.
Hay que tener en cuenta que nuestros pensamientos y emociones, no solo nos afectan a nosotros mismos, sino que también pueden afectar a las personas que nos rodean. Nuestra familia, las personas que encontramos en un restaurante, un cine, en el supermercado, en el trabajo… y a la vez nosotros también estamos expuestos a los pensamientos de los demás.
Recordemos que nuestra manera de pensar se gesta en el aura por lo tanto nuestros pensamientos o emociones pueden "pasar"
desde nuestra aura hacia las auras de aquellos con los que interactuamos el día a día.
También suele suceder a la inversa, (puede ser de manera consciente o inconsciente), las emociones y pensamientos de los demás pueden “pasar” hacia nuestro cuerpo aúrico, y si aquellos fuesen negativos, estaríamos ante lo que se denomina un ataque psíquico. Quien lo recibe puede tener serias consecuencias como debilitamiento, aparición de alguna enfermedad o esclavizarse en alguna emoción dañina como por ejemplo, el odio. También nos produce interferencia en la toma de nuestras propias decisiones, por estar nuestro campo áurico contaminado con pensamientos que no nos pertenecen a
nosotros sino a las personas con las que estamos en contacto.
Reiki es una herramienta esencial para poder defendernos del vampirismo y de los ataques psíquicos, porque protege y fortalece el Aura. Esto significa que nos protege de los pensamientos y emociones negativos de otras personas, nos libera de esa energía que nos ha invadido y nos está perjudicando. Y fortalece el Aura para recuperar el equilibrio energético.
Es una técnica simple y extremadamente poderosa para ser aplicada diariamente a uno mismo y a los demás, cuando lo necesitemos, sin importar el lugar donde nos encontremos.
Cuando pasamos por la experiencia del abandono, la traición, la separación, el maltrato, el abuso, el miedo a morir, a enfermar, o nos sentimos vacíos interiormente, nos volcamos a buscar en el mundo exterior el amor y el reconocimiento de los demás.
Hacemos lo imposible para ser aceptados.
Por ello estamos dispuestos a orientar nuestra vida según la idea de esas personas cercanas a nosotros o según sus reglas sociales. Sin tener en cuenta que estamos reprimiendo nuestros sentimientos espontáneos, tan pronto como dejen de coincidir con las expectativas o convicciones del grupo, y ello nos provoca angustia porque dejamos de ser fieles a nosotros
mismos.
Esa angustia es provocada por la contracción de los chakras ya que estamos reprimiendo nuestras emociones. La contracción intensifica la separación del Todo (del adentro y del afuera) es profundo el sentimiento de soledad que sentimos, y la angustia sigue creciendo. Perdemos la conciencia de unidad en el momento en confiamos exclusivamente en la información que nos llega a través de los sentidos físicos y del entendimiento racional. En definitiva, esa angustia es la causante del bloqueo de los chakras con la consecuencia que conlleva, una enfermedad o un desequilibrio psíquico.
Aquí hemos planteado otra perspectiva para poder entender por qué Reiki al deshacer el bloqueo de los chakras puede sanar una
enfermedad grave, una depresión, el estrés, el pánico, la ansiedad…
No podemos dejar de reconocer que las intervenciones quirúrgicas son un recurso muy valioso de nuestra actual tecnología, pero también sabemos que tendríamos que elegirla si no tuviésemos otra salida ya que es muy traumático para todo nuestro organismo. Al que debemos “intoxicar” fuertemente con anestesia para poder soportar tanta agresión.
Los cortes realizados con el bisturí en el cuerpo del paciente también se realizan en el campo electromagnético que lo rodea, por lo tanto, ese corte en la malla energética provoca una pérdida constante de energía y tarda mucho más tiempo en cicatrizar que el corte efectuado en el cuerpo físico.
Esa “herida” en la malla energética se halla muy vulnerable y pueden entrar con mucha facilidad energías de baja luz, complicando aún más el cuadro general del paciente.
Una manera de minimizar el impacto negativo de la cirugía es aplicar Reiki antes y después de la operación, para acelerar el proceso de cicatrización y obtener una rápida recuperación.
La intuición, videncia, visualizaciones, los inexplicables resultados obtenidos después de tratamientos de Reiki aplicados al cáncer, por citar sólo un ejemplo, telepatía, ECM (experiencias cercanas a la muerte), todos estos temas poco racionales e inclusive calificados de bajo nivel cultural. Sin embargo, la Ciencia ha hecho grandes descubrimientos gracias a estos recursos, para nada lógicos.
De hecho muchos científicos prominentes han recibido inspiración para sus inventos a través de visiones o sueños!!!
Einstein hablaba de “verdades que percibía y que no podía expresarlas”.
Cuando le preguntaron cómo sabía él cuándo la solución a un proyecto era verdadera, él contestó que “lo sentía en sus músculos”.