MAESTRÍA

Como sabemos Reiki se diferencia de otras técnicas que trabajan con energías porque no tiene polaridad, es decir, no tiene un aspecto negativo. Por lo tanto no puede causar ningún daño ya que es puro Amor, y trabajar con Reiki hace que nuestro corazón se inunde de ternura, sobre todo, cuando se Inicia a un alumno al tomar el Primer y Segundo Nivel; cuando se le Inicia en la Maestría, el gozo es sublime.

Si bien Reiki nos conduce al encuentro de nuestra propia naturaleza, humana y Divina, hacer la Maestría no es una convocatoria para todos. Exige una gran responsabilidad

moral, espiritual y ética, razón por la cual se aceptan muy pocos alumnos aspirantes a la  Maestría, porque para el Maestro es una gran responsabilidad.

Alcanzarán la Maestría aquellos que estén sensibilizados con el dolor de los demás. Dispuestos a escuchar destinos muy difíciles y dolorosos de la gente, y a acostumbrarse a tragar las propias lágrimas para permanecer, con gran entereza, frente al que necesita que lo sostengan y consuelen, y poder dar esa palabra justa en comprensión, sabiduría y amor, para aliviar y nutrir su alma.

Se requiere sentir amor hacia el prójimo antes de enseñar algo tan delicado como

Reiki. Y sobre todo, creer en el cambio, en la transformación que puede tener una persona para sentirse más cerca de la felicidad anhelada. 

Esa felicidad hace que las personas comiencen a vincularse con su familia, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, de una forma más afectuosa y comprensiva.

La Iniciación de Maestría requiere un tiempo de adiestramiento de dos años, durante el cual guío al discípulo por un camino de conocimiento de Reiki, atravesando múltiples y variadas etapas que lo llevarán a compartir situaciones donde Reiki será una experiencia transformadora, vivenciada de forma concreta y absoluta. La formación es personalizada y acorde a cada discípulo, pues los tiempos y capacidades de aprendizaje son distintos para cada uno.

Trabajar en la preparación de un alumno para Maestro constituye una labor de gran aprendizaje mutuo. Y además muy creativo, ya que la formación requiere lograr un resultado óptimo producto de la realización de un buen trabajo, sobre el estudiante, que le ayudará a adquirir: seguridad en sí mismo, capacidad para resolver distintas situaciones que se le podrían presentar con sus futuros alumnos, y desenvolvimiento para impartir un Seminario, y para ello deberá aprender técnicas de dinámica grupal.

El estudiante no sólo va a aprender la mecánica del ritual de Iniciación para saber sintonizar con Reiki a sus futuros reikistas, sino entenderla y practicarla. Tiene que lograr “incorporar” el ritual de manera que sienta, en el momento de la Iniciación, como si estuviera ejecutando una danza etérea con su alumno.

Para ser eficiente como Maestro de esta técnica hay que tener una completa preparación lo cual requiere un tiempo de prácticas. Ello incluye asistencia y preparación de los Seminarios de ambos niveles, y concurrir a los intercambios de Reiki para aprender a resolver qué símbolos aplicar y dónde, según las dolencias manifestadas por el receptor, manejo de los tiempos, y combinación de criterios según las necesidades.

La Maestría causa profundos cambios en el alumno, que se irán asimilando pacientemente y sin prisa. Se produce un proceso interior que permanece en activo a través del tiempo, de manera tal que los Maestros vamos transformándonos al mismo tiempo que debemos acompañar a nuestros alumnos en su transformación.

Este proceso es duro y para ello hay que estar dispuesto a cambiar y a ayudar a otros, para crecer juntos y nos convirtamos en mejores personas.

Siempre debemos recordar que no hay jerarquías en Reiki y que la Maestría no nos da poder sino algo mucho más valioso: Conocimiento. Para poder ayudar a mucha gente en su Evolución.

La Evolución no es una opción, es una obligación. Por lo tanto más ayudamos más evolucionamos, y nos sentimos útiles y fortalecidos cuando hemos contribuido a quitar la tristeza de una mirada, a recuperar la sonrisa, a soportar una tragedia, o a calmar el dolor de una enfermedad que se

presentó para transmitirnos un mensaje.

"HAY EN EL MUNDO UN LENGUAJE QUE TODOS COMPRENDEN: ES EL LENGUAJE DEL ENTUSIASMO, DE LAS COSAS HECHAS CON AMOR Y CON VOLUNTAD, EN BUSCA DE AQUELLO QUE SE DESEA O EN LO QUE SE CREE. "

PAULO COELHO

Escritor brasileño