La "Ley de la Atracción" estipula que las personas, oportunidades y situaciones que llegan a nosotros, reflejan nuestros deseos, sentimientos y emociones. "Pide y Recibirás" describe de manera clara esta ley, tan universal como la gravedad.
A partir del momento en que clarificamos nuestros deseos, ellos se ponen en marcha para alcanzarnos.
¡La única manera de evitar esto es resistirse! ...y la duda es la manera más común que tenemos de hacerlo.
A menudo pasamos días y días tratando de decidirnos acerca de un nuevo automóvil, un
nuevo trabajo, una nueva casa, o una nueva relación que querríamos tener. Así, comienzan a aparecer ciertos pensamientos para justificar nuestras dudas:
"Esto cuesta demasiado." (dudo que pueda pagarlo)
"Nadie tiene las cualidades que busco en una pareja. Soy muy exigente." (dudo que pueda encontrar alguien que me ame y acepte)
"Esta compañía nunca contrató a una mujer para ese puesto." (dudo que sea elegida)
El antídoto para la duda no es necesariamente creer que algo ocurrirá, sino estar abierto a la posibilidad de que ocurra. ¿No cree que, si al menos una persona escucha su deseo, éste quizás pueda darse? ¡Es posible!
Una alumna narró: “Cuando fui al banco buscando un crédito hipotecario para mi nueva casa, era conciente de la "realidad": habitualmente mi banco requería evidencia de tres años de antigüedad en mi empleo, para otorgar este tipo de créditos. Yo sólo podía demostrar tres meses de un buen sueldo.
Hubiese podido centrarme en aquello
que no tenía, o en todo lo que había escuchado acerca de los bancos y los créditos. Podría haber dicho: "Me encanta esa casa, me gustaría vivir en ella, pero no creo que el banco apruebe mi solicitud..." Además, estoy seguro de que mi familia y amigos habrían acordado conmigo y habrían agregado sus propias historias para reforzar mi duda!”.
”A pesar de no saber si el banco aprobaría mi crédito basado en esos tres meses, creía que -de alguna manera- era posible y mantuve mis pensamientos enfocados en esa posibilidad”.
”Fue realmente interesante ver al gerente del banco introducir cifras en su calculadora, procesando los "hechos" y tratando de "sentir" lo que yo era capaz de hacer.
Quizás fue con algo de intriga que finalmente me miró y dijo:” "Si puede vender su antigua casa por este monto y comprar la nueva por este otro, el crédito es suyo. Normalmente necesitamos tres años de salarios para aprobar un crédito como este... Pero qué diablos, para eso soy el gerente!".
¿Qué es lo que realmente desea en la vida? ¿Qué sueños ha expresado, ya sea soñando o en palabras, al que se haya resistido a través de sus dudas? Si acepta abrirse siquiera a la posibilidad de que ocurra... usted lo obtendrá.
La mente intuitiva es un regalo sagrado
y la mente racional es un fiel sirviente.
Hemos creado una sociedad que rinde honores
al sirviente y ha olvidado al regalo.
Albert Einstein
(Científico alemán)