"LA VIDA ES AQUELLO QUE TE VA SUCEDIENDO MIENTRAS TE EMPEÑAS EN HACER OTROS PLANES"       Â
Jhon Lennon
Ya hace varios años que se observa la gestación de una crisis en el ser humano y que ésta va en aumento.
El hombre está atravesando una profunda ruptura en su escala de valores que le impiden discernir entre sus necesidades internas y externas.
Se siente impedido de canalizar sus sentimientos y emociones y en consecuencia traba su creatividad, a lo que hay que sumar las dificultades que tiene para compensar su
vacÃo espiritual. Siente que está desconectado de sà mismo, de sus emociones y no encuentra el alimento espiritual adecuado a sus necesidades.
Esta crisis las padecen las personas, componentes de una sociedad, lo que implica que las instituciones también se ven afectadas, por lo cual observamos tantas falencias en su funcionamiento: accidentes de tráfico y transporte de pasajeros, violencia y homicidios por parte de fuerza policial, injusticias, abusos sexuales en colegios e Iglesia, estafas económicas de empresas “seriasâ€, errores médicos mortales, altos funcionarios que delinquen, parricidios, medidas polÃticas improvisadas…
Cuando se está frente a una crisis se puede observar que las personas responden con tres tipos de conductas:
* En principio se niega el problema, postura inmadura y propia de comportamientos infantiles o adolescentes. La mayorÃa de las personas toman una actitud evasiva, trata de delegar responsabilidades, busca culpar a otros, o a todo lo que pueda estar relacionado con la situación directa o indirectamente.Â
Sólo unos pocos son conscientes de que es una nueva oportunidad de crecer, de
encontrarse con la propia Verdad y cambiar apreciaciones equÃvocas de la realidad.
* La segunda conducta es considerar que no hay salida, que no hay posibilidad de superar este trance y sólo resta esperar un desenlace fatal.
La crisis paraliza, asusta, limita. Como medida inteligente serÃa distanciarnos de la situación para darle una mirada diferente, serena, con equilibrio.
Que nos permita discernir entre el shock que nos produce la crÃtica circunstancia (porque es circunstancial!) y la posibilidad de resolución de la misma.
Una mirada que nos permita ver el significado de esta crisis y el motivo por el cual se presenta.
* Y la tercera, una conducta propia de aquellos que están comprometidos con el cambio, es ver la crisis de un modo global tomando conciencia de que los seres humanos no somos unidades aisladas sino que vivimos interrelacionados con todos los habitantes del planeta, con el medio que nos rodea y con otros espacios.
Esta actitud tiene un agregado importante, la esperanza.
Nos damos cuenta que está en nuestras manos la posibilidad de elegir y de producir los cambios que nosotros consideremos necesarios para cambiar nuestra circunstancia y tener una existencia feliz.
En primer lugar reconoceremos el problema, luego, buscaremos soluciones que estén Ãntimamente relacionadas al cambio personal. Además, debemos de ser conscientes que dicho cambio afectará nuestro entorno y a la humanidad en su conjunto.
Es oportuno recordar que todo en el Cosmos está sujeto a ciertos ritmos y leyes,
los cual explica que nada en nuestra vida es casual, ni para siempre.
Aristóteles dijo “Lo único permanente es el cambioâ€, y la vida cambia en forma permanente.
Experiencia tras experiencia, todo pasa, todo cambia.
Cada acontecimiento en nuestra existencia tiene un Significado y un Propósito debemos descubrir el “para qué me pasóâ€, para crecer, sobre todo para madurar emocionalmente, y seguir transitando la vida con alegrÃa y no caer en el lamento preguntándonos “por qué me pasó a mÃ?â€
Cambiar la personalidad
Practicando la verdadera espiritualidad alcanzaremos la felicidad y el éxito, que en realidad son los principales objetivos que se ha trazado el ser humano.
Los podemos alcanzar si corregimos nuestra personalidad para permitir que se exprese nuestro verdadero Ser o Yo Superior.
Esa personalidad está construida, generalmente, en base a patrones de pensamientos erróneos archivados en el subconsciente; a los que se les debe sumar los que cultivamos a diario, porque cuando pensamos en forma negativa lo que estamos haciendo es reforzar esos viejos patrones, que atraen del Universo una fuerza similar.
La personalidad se puede corregir voluntariamente, para lo cual se requiere estar atentos ante las situaciones o problemas que se presenten, y diseñar y ejecutar los cambios adecuados para alcanzar una vida de satisfacciones.
Si no se está atento y con voluntad, el cambio se producirá igual. Cuando la vida nos acorrale, o nuestra mente nos acribille a preguntas, por ej. qué estoy haciendo con mi vida?, o intervenga la naturaleza, o aparezcan personas en nuestro entorno para hacernos de “espejo†y mostrarnos aquellas partes que no queremos ver (recordar que todos formamos parte de una Mente Universal).
Terminamos de hablar de “fuerzas†que impulsan los cambios, sin embargo, las calificamos de “problemas†y las vivimos como tal. DeberÃamos aprender a  llamar a las cosas por su nombre…al pan, pan y al vino, vino...
La felicidad no consiste en tener más cosas sino en ser feliz con las que tenemos.
Tal vez no hemos aprendido a perder, sin embargo, todo cambio lo exige.
Si queremos ganar algo tenemos que perder, el equilibrio también está en los cambios.
Es probable que pierda proyección profesional o económica si trabaja menos horas, pero ganará en relaciones afectivas al estar más tiempo con su familia y amigos. Es decir, obtendrá una compensación emocional-espiritual que le dará equilibrio, armonÃa.
O pierda reconocimiento e imagen, a cambio de una mayor libertad personal...
DeberÃamos tomarnos un tiempo para pensar por nosotros mismos sin dejarnos influenciar por los medios de comunicación masiva, cuyos mensajes están enfocados hacia el consumismo.
Se ha implantado una cultura absurda donde Tener es más importante que Ser. Entonces acumulamos bienes materiales para cubrir nuestras carencias…materiales, y las carencias afectivas? Lo siento. No están contempladas dentro de este Sistema Social.
La evolución del hombre es un hecho natural, está recibiendo muchos estÃmulos externos para que realice los cambios, esa es la razón por la cual la crisis se agudiza cada año.
Nos quejamos que todo va demasiado rápido, que estamos en un torbellino, que tenemos un vacÃo interior (al que quisimos
llenar con cosas materiales y no pudimos), nos sentimos angustiados y una vez más escuchamos una expresión muy llamativa: “tengo la sensación de estar desconectadoâ€â€¦
Las personas empiezan a replantearse que no precisan comprar todo lo que dicta la moda de esta temporada sino sentirse querida por quienes le rodean; les interesa más ser aceptadas como personas que son y no como destacados profesionales; ser recibidos con una sonrisa afectuosa y sincera en los cÃrculos donde se mueve; desean encontrar a alguien en quien confiar porque están hartos de la hipocresÃa (la RR PP de la mentira)…
Ante este panorama se hace imprescindible proveerse de una filosofÃa de vida que nos dé seguridad en el Aquà y Ahora.
Que nos permita resolver las situaciones problemáticas que se nos presentan, como la falta de empleo, las forzadas relaciones familiares, las relaciones amorosas, la búsqueda de sentido de la existencia, las pérdidas, los cambios económicos y profesionales, las dificultades de la mediana edad, el miedo a la muerte, etc.
Con la intención de encontrar una respuesta es necesario identificar claramente el problema sin emitir juicios ni valoración, y poner atención cuánto nos afecta para descubrir la emoción que nos provoca, y poder expresarla.
De acuerdo a cómo nos afecte esa emoción nos alteramos, y ahà nos lleva a plantear las
posibles soluciones.
Para que sean efectivas tenemos que mirar el problema desde otra perspectiva porque si nos quedamos adentro de la problemática ocurre que las emociones se confunden y perdemos objetividad.
Una vez tomada la distancia correspondiente, llega el momento de la toma de decisión.
En este punto, lo más conveniente es que la persona entre en contacto con la parte esencial del ser humano, con sus sentimientos y emociones más profundos, y entonces podrá descubrir que las decisiones que se toman de esa forma (“sintiendo†la respuesta) le aportarán equilibrio mental y emocional.
Este es un buen ejercicio para practicarlo e incorporarlo, ya que es imposible mantener el equilibrio intacto viviendo en un mundo
tan dinámico, y poder aplicarlo cada vez que debamos tomar una decisión.
Al ir resolviendo conflictos desde el interior o “sintiendo lo que se debe hacer†aumentaremos la autoestima, nos conoceremos mejor, tendremos una mejor opinión sobre nosotros, y aprenderemos a conectarnos con nuestras emociones.
Si por el contrario, no modificamos nada en nuestra vida, al menos tengamos presente que las situaciones difÃciles, traumáticas, estresantes que no podemos resolver adecuadamente, quedan enquistadas en nuestro plano emocional.
Nos enojamos, nos angustiamos, nos ponemos nerviosos, nos sentimos frustrados.
En parte estas emociones las podemos expresar, pero gran parte de ellas quedan
atrapadas y se manifiestan en nuestro cuerpo produciendo alteraciones psÃquicas y/o fÃsicas, lo cual agrava y profundiza aún más la situación de crisis.
Estamos en el fin de “los tiempos†no es el fin del mundo.
Sino el final de un ciclo, que exige cambios.
Será un parto doloroso ya que “renaceremosâ€. Sentirá dolor el que acepte cambiar, y obtendrá la generosa recompensa de vivir con alegrÃa; pero será mucho más doloroso y angustiante para el que rechace el cambio…y no tendrá recompensa.
MuchÃsima gente en crisis busca a Reiki porque le facilita la integración de los dos mundos: el mundo terrenal y el mundo espiritual.
Es habitual escuchar: “Llegué a Reiki porque tenÃa una crisis personalâ€, y en el Sistema Usui encuentran la solución para reacomodar sus emociones, sus ideas, sus pensamientos y quitar sus dolores, para alcanzar una plenitud de vida que realmente se merecen, porque el Ser Humano tiene una valiosa esencia, sólo tiene que recordarlo.
"NUESTRO MAYOR ÉXITO NO ESTà EN NO CAER NUNCA, SINO EN LEVANTARNOS CADA VEZ QUE CAEMOS"   Â
Confucio